El sueño de unas vacaciones perfectas se hace realidad en las orillas del Lago de Garda, en un hotel que cumple el deseo de vivir una experiencia de absoluto bienestar para el cuerpo y el alma.

Nuestro exclusivo hotel en el lago de Garda está inspirado y debe su nombre a la maravillosa criatura que desde siempre ha vivido en las orillas del lago: el cisne, eala en celta. Un animal elegante, con una gracia innata, al que a lo largo del tiempo se le han atribuido numerosos significados simbólicos.

De todos ellos, hemos elegido el que mejor representa lo que nuestro hotel en el Lago de Garda quiere ofrecer a sus huéspedes: un viaje para redescubrirse a uno mismo y a la propia belleza interior.

En el spa de 1,500 m2, en las elegantes suites, en la tranquilidad del parque y la playa privada, cuerpo y alma se embarcan en un viaje en el que encuentran tranquilidad, relajación y tiempo para dedicarse a sí mismos.